Con la llegada del otoño las temperaturas descienden y las horas de luz disminuyen, se trata de cambios estacionales que afectan las rutinas diarias, las actividades laborales y también a nuestras mascotas porque ocurre el cambio de pelaje de los perros.
Si bien se adaptan rápidamente a vivir en apartamentos o en casas y en un ambiente mucho mejor que en la calle, la realidad es que aún así los cambios estacionales siempre les afectan.
Al igual que los seres humanos todas las mascotas suelen sufrir en algún momento de sus vidas problemas relacionados con las articulaciones, tendones o ligamentos, pero en perros de alto rendimiento como galgos o pastores alemanes suelen ser más frecuentes y hay que tomar previsiones.
Esto suele deberse a problemas asociados a la obesidad o a la carga hereditaria propia de las razas y por ende obviamente afecta las articulaciones y su elasticidad, provocando un dolor severo.
Cuando se trata de una raza doméstica considerada normal, esto se resuelve ajustando sus horarios de ejercicio al paso de la edad y evitando un gasto de energía desmesurado, pero cuando se trata de perros de alto rendimiento la situación cambia por completo.